Desde que fuimos a Roma cada vez que buscamos un restaurante intentamos que el propietario sea italiano, y los productos también. Nos habían hablado de esta trattoria que es conocida por su cocina casera napolitana , y decidimos ir a probar la pasta y cómo no, la pizza. Al entrar y ver los manteles de cuadros en las mesas ya nos sentimos más cerca de nuestro objetivo. Vemos que el encargado no para, va de un lado a otro y se fija en todas las mesas y en las que están por venir. El aroma del horno de leña nos da la bienvenida, mientras la camarera busca nuestra reserva. En la web leímos que éste es el segundo local que tienen en Madrid. El primero se abrió en la zona de las Salesas hace 20 años. Los productos los traen cada semana desde Nápoles, garantizando así la esencia de la cocina tradicional con harina, tomates y quesos napolitanos. Decidimos probar un entrante, pasta, pizza y postre. Comenzamos por la crocche di patata ripieno , que se trata de una croqueta para compartir,
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