El arte de tatuar nos conecta con tradiciones muy antiguas. Antiguamente, hace miles de años, los cazadores de las tribus o los hechiceros eran los que tatuaban su cuerpo con fines mágicos o curativos. En algunas culturas, los tatuajes simbolizaban protección, posición social, o pertenencia a un grupo.
Algunos de los tatuajes tribales que se llevan ahora, están inspirados en las tribus de los maoríes de las islas de la Polinesia. Los guerreros tatuaban su piel con el fin de asustar al enemigo. Después fueron añadiendo tatuajes que simulaban las puntas de sus lanzas, u otras herramientas, que contaban sus historias personales. Las mujeres de los guerreros se identificaban con un tatuaje en el mentón, de esta manera lucían con orgullo su posición.
También tiene relación este tipo de tatuajes de guerra o batallas, con los símbolos que los chamanes pintaban en los tótems para rendir culto a sus dioses. Incluso algunos de los tatuajes relacionados con la magia que practicaban los hechiceros se hacían donde la persona tenía la dolencia y quería curarse.
Hubo otra época en la que fueron habituales los tatuajes en los marineros. Se les asociaba a personas marginales y delincuentes, ya que durante mucho tiempo los marineros eran personas que se enrolaban en barcos para escapar de la justicia. De ahí se deriva que el mundo carcelario también tenga su parte de historia en los tatuajes.
En 1846 abre en Nueva York el primer estudio de tatuajes. Fellows, Hildebrandt y O'Reilly, el inventor de la máquina de tatuar, son los que dieron forma a la profesión de "tatuador", tras el auge que tuvieron los tatuajes en la guerra de Secesión.
A partir de los años 60 y 70, los tatuajes llegan a los más jóvenes y se pone de moda como arte, convirtiéndose en un símbolo de expresión.
En España empezó a proliferar sobre esa misma época, y a finales del siglo XX es cuando comienza a ponerse de moda, independientemente de la clase social, cultura o ideologías, el tatuaje se convierte en una marca de identidad personal.
En Madrid hay una gran tradición desde hace años, y hay muchos sitios donde realizan excelentes tatuajes con técnicas muy cuidadas. En primer lugar tienes que tener una idea muy clara de lo que quieres, y sobre todo, que no se trate de un capricho: es para toda la vida (a menos que te lo elimines con láser).
Ahora están muy de moda los tatuajes minimalistas, el conocido "menos es más".. es muy habitual solicitar un diseño pequeño, o de líneas finas, incluso geométrico, hay algunos realmente bonitos.
Los tatuajes de Baltasar en Madrid son conocidos por realizar las últimas tendencias. Es un estudio especializado en tatuajes minimalistas, geométricos y microrealismo, lo más en auge últimamente. Se encuentran en Arganzuela, y están situados aquí.
Tienen muchos años de experiencia y lo que pretenden es que salgas satisfecho con tu diseño, que te guste y te sientas bien con él, y eso creo que al final es lo más importante, el valor añadido, ya que es algo que formará parte de ti.
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