Fui a cenar a la Capilla de la Bolsa por recomendación de un amigo, al que le había llevado su mujer para su cumpleaños. Si quieres sorprender a alguien o quieres celebrar algo por todo lo alto, es el sitio perfecto.
Este restaurante está situado en el centro histórico de la capital, al lado de la Plaza Mayor. El edificio donde está emplazado el restaurante fue una antigua ermita , y posteriormente se convirtió en el primer sitio donde se ubicó la Bolsa de Madrid.
Imagen de La Capilla de la Bolsa
Hace veinte años se abrió al público y en 2005 se restauró y reabrió como el restaurante que podemos ver hoy día, respetando parte de la arquitectura original que se puede ver en estas imágenes. Dispone de salones privados de diferente capacidad para eventos o celebraciones especiales.
Imagen de La Capilla de la Bolsa
Lucernario: salón con capacidad para 40 personas.
Lucernario: salón con capacidad para 40 personas.
Quería probar el steak tartar, que me habían recomendado como plato estrella, pero ese día no tenían, así que pedimos otros platos, que son los que aparecen a continuación. Todos exquisitos, la atención espléndida y mientras cenamos pudimos disfrutar de la música de piano y violín en directo. Toda una experiencia para celebrar una ocasión especial.
Milhoja de manzana y foie a la parrilla (17,50€)
Atún rojo en salsa de pimientos verdes (22,95€)
Solomillo ibérico asado (15,95€)
Al reservar especifiqué que quería celebrar un aniversario y esta fue la presentación del postre. Además el violinista vino a nuestra mesa a tocar, fue una velada distinta y emocionante!!
El único punto negativo que pondría, aunque el ambiente fue muy elegante y discreto durante toda la cena, es que sin haber terminado el postre, un camarero se puso a colocar el salón para el día siguiente, arrastrando sillas y mesas, nos pareció un detalle totalmente fuera de lugar. Por lo demás, recomiendo una visita a un sitio emblemático de nuestra ciudad y si buscas sorprender y acertar, no te defraudará.
La Capilla de la Bolsa
C/ de la Bolsa, 12